18.8.14
Espacio rojo
[Sábanas, murmullo de cama.
Caricias, susurro del viento.
Espacio rojo entre tú y yo.]
Las noches oscuras, y las calles, vacías de bullicio, nos regalaban la atmósfera ideal para empaparnos de amor, para drogarnos con los vapores de ese cuento.
Éramos dos cuerpos, sudorosos, temblorosos, que ansiaban fusionarse, ser uno mismo.
Un raído colchón era nuestro único territorio, el que se convirtió en testigo de aquello, aquello que era el amor.
Reptar entre tus piernas, serpentear sobre tu pecho.
Escalar tus muslos, explorar tu centro.
Secuestrar tus besos, humedecer tu cuerpo.
Caídas mortales. Primero el corazón, después el querer.
Y es que después de tanto esperar, hasta las semanas parecen años. Y los años, eternidades.
Sé que jamás volverá, así como sé que no podríamos haber estado más equivocados.
Pero aquí estamos, convirtiendo silencios en rocas que nos tiramos día a día, debajo de las que nos sepultamos en vida.
Espacio rojo.
Tú y yo.
Espacio rojo,
que se vuelve negro,
que se vuelve sordo.
Y aquí, en vida, amor, nos morimos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario