Como un paraguas en el corazón

Traidor de mis encantos,

asesino de mi candor,

me atrapaste con tus cantos

bajando mi falda sin pudor.

De tu fragancia he fumado,

ante tu piel me he postrado,

clavaste en mí un sentimiento,

lo digo con fe, no miento.

Como un paraguas en el corazón,

me defendiste de la tristeza,

y nublaste de a poco mi razón,

al enamorarme con tino y viveza.

Prometiste que me amarías,

no imaginé que de mí fumarías,

y así, amor, fuimos cayendo,

amándonos más, gruñendo.

Una semilla fue sembrada,

nos embriagamos uno del otro,

¡espera, amor, que me enquillotro!,

dijiste en una noche estrellada.

Como un paraguas en el corazón,

más que paraguas fuiste pendón,

del tiempo perdimos noción,

del amor fuimos confesión.

Nunca las sombras llegarán

si en nosotros vive el amor,

el diablo será solo un truhán

que levanta enaguas retador.

Como un paraguas en el corazón,

dejemos que el amor sea el delator,

y vuelve a ser el catador

de mi piel ardiente, picarón.